Elegir el diseño de tu vestidor es algo que debes hacer pensando en las características del espacio y en tus gustos personales.
Las posibilidades para diseñar vestidores son muchas pero los más habituales son:
- Simple: Una sola pared está compuesta de armarios. Es la forma más sencilla y más común cuando el vestidor está dentro del dormitorio, pero también cuando la habitación destinada a ella es pequeña.
- En forma de «L»: Este modelo es aconsejable cuando tenemos un gran espacio. Evitaremos así los módulos cerrados y podemos situar el vestidor en dos paredes para localizar cualquier prenda a simple vista.
- Con forma de “U”: Utilizar tres de las paredes que tiene la habitación es la opción más aconsejable, ya que proporciona un espacio de almacenamiento ininterrumpido y muy práctico para elegir la ropa.
- En dos frentes: Cuando el vestidor es compartido por dos personas, este tipo de distribución resulta extremadamente útil, pues permite destinar un frente a la ropa y accesorios de cada una de ellas
Un vestidor sirve para almacenar tanto la ropa de invierno como de verano por lo que debes dejar una zona reservada para cada tipo de prenda.
- Cajones: sitúalos siempre en la zona baja de tu vestidor. Son imprescindibles para prendas pequeñas.
- Baldas: Aprovechan muy bien el espacio y tienen la ventaja de que todo está a la vista.
- Barras: Conviene disponer al menos de dos, una para prendas cortas y otra, más pequeña, para la ropa más larga.
- Hormas verticales: Almacenan y protegen la forma original los zapatos. Están más a la vista y son más fáciles de encontrar y guardar. Debe colocarse en la parte inferior del vestidor.
- Cajas: esta es una opción muy a considerar para meter accesorios que utilizas muy poco, como las mantas o las colchas en verano.
Para aprovechar las esquinas es mejor poner un espejo de pie: es útil y agranda el vestidor, si no dispones de mucho espacio coloca el espejo en la puerta de algún armario.