Elegir el suelo es uno de los mayores quebraderos de cabeza a los que nos enfrentamos cuando decidimos iniciar una obra en nuestro hogar. Se trata de un componente esencial que recorre todos los rincones del mismo y en el que resulta imprescindible conseguir un estilo acorde con el resto de la casa.

Estos 5 factores a tener en cuenta a la hora de tomar tu decisión.

  • Humedad y temperatura: Se trata de un factor importante, principalmente, si vamos a elegir el suelo de madera. Se trata de evitar que ésta se dañe demasiado  por la situación ambiental y florezca o aparezcan grietas.  Además, los cambios de temperatura afectan notablemente a este material provocando su contracción y expansión.
  • La utilización: A la hora de elegir el suelo, debes plantearte el uso que le vas a dar. Si el tráfico al que va a tener que enfrentarse la superficie es muy grande, quizás lo más adecuado sería apostar por un suelo de piedra o cerámica. La madera es una de las superficies más bellas, pero poco resistente. Por eso, resulta difícil verla en lugares de trabajo.
  • El estado del suelo: Para conseguir un buen resultado, es fundamental comprobar el estado del suelo antes de la instalación del suelo. Debe estar seco, libre de humedad, estable y nivelado.  Algunos suelos como el cerámico o de madera necesitan un suelo que no haya sido utilizado antes  por otro suelo anterior. La tarima flotante o baldosas se adaptan perfectamente, pese a la existencia previa de otra superficie.
  • Elegir el estilo: Este es quizás uno de los puntos más importantes y, a la vez, más difíciles dada la enorme cantidad de estilos que existe. Elegir el tipo de suelo debe ser una tarea meditada y consciente de los elementos con los que convivirá. Se trata de conseguir  la armonía con su entorno. Procura no poner en contraposición dos estilos muy diferentes, ya que los resultados pueden ser desastrosos.
  • El precio y el tiempo: A la hora de elegir el suelo debes plantearte cuánto dinero estás dispuesto a invertir y de cuánto tiempo dispones para su instalación. Existen suelos más baratos que otros y cuyo tiempo para su colocación es mínima. Por ejemplo, un suelo de madera es más costoso que uno vinílico que puedes encontrar en rollos. En la instalación, también la madera llevaría más tiempo. No obstante, ésta última luce mejor una vez terminado el trabajo. Todo depende de lo que quieras y puedas permitirte.

Tipos de suelos para tu hogar

  • Madera: Elegir el suelo de madera es una opción perfecta para tu vivienda. Dará calidez a tu hogar y resulta muy duradera. La vida útil de estos elementos, si se mantiene en correcto estado, puede llegar a los 50 o 60 años. En su contra, su poca resistencia  ante la humedad y su precio más elevado.
  • Moqueta: Se trata de elemento de fácil colocación que puedes conseguir a un precio muy asequible. Otorgan gran calidez y embellecen cualquier estancia. El principal problema llegará con los meses de calor, donde esta calidez ya no será tan bienvenida. Hay que tener cuidado con su mantenimiento y evitar que se manche  o ensucie en exceso.
  • Cerámica: Elegir el suelo de cerámica es una opción inmejorable si el tránsito con el que va contar tu superficie es alto. Su mantenimiento es muy sencillo.
  • Suelos de vinilo: Son más económicos que las otras opciones, resistentes al agua y de fácil reemplazo si tienes que cambiarlo. El único problema es que no lucen tan bien como el material original al que intentan imitar.
  • Microcemento: Se trata de una opción más apropiada para reformas actuales, dotando de un aspecto industrial y elegante a la vivienda.

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