La mayoría de las viviendas no pasaría un examen de insonorización. El 80% de las viviendas tienen deficiencias en materia de aislamiento acústico, pues hasta el año 2009 no entró en vigor el Documento Básico de Protección Contra el Ruido y la mayoría de los inmuebles fueron construidos antes de esa fecha. El aislamiento acústico adecuado para cada ruido puede reducir estos sonidos molestos en el hogar hasta en un 70%, de ahí la importancia de conocer su procedencia.

Un porcentaje similar al de las conversaciones vecinales a través de las paredes (20%) representa el ruido que se escucha en las viviendas que está relacionado con el tráfico, sobre todo en los meses más calurosos del año, cuando las carcajadas, conversaciones o la música de las terrazas traspasan paredes y ventanas.

El 16% del ruido que se escucha en las viviendas españolas procede también de los vecinos, aunque en este caso se trata de pisadas y movimientos en el piso superior.

El 13% de los ruidos en las viviendas son los televisores de ultima generación, los equipos de música o los de Home Cinema que pueden perjudicar seriamente  el descanso, si los vecinos hacen una sesión de cine bien entrada la noche.

Los sonidos como los de las tuberías y cañerías representan alrededor del 9% de los ruidos del hogar, así como el goteo de alguna cañería o el ruido al abrir el grifo del lavabo.

Los ruidos producidos por ascensores representan un 7% del ruido total de una vivienda, porcentaje que también se aplica a la sala de máquinas del edificio, donde se encuentran los contadores de la luz o la caldera central del bloque de viviendas. Un 5% pertenece a los ruidos procedentes del portal o los descansillos, donde se producen portazos, gritos, carreras y pisadas.

Los ladridos del perro de los vecinos, así como los ruidos que producen los electrodomésticos, sobre todo cuando estos son activados por las noches, sólo representan el 1% del total del ruido que hay en una vivienda.

Para encontrar la mejor solución del ruido a través de buen aislamiento acústico reduce significativamente las molestias.

Existen diferentes materiales para aislar acústicamente un edificio: espumas de poliuretano, lanas minerales, geotextiles o planchas asfálticas.

  • Si el ruido procede del exterior, algo muy habitual en grandes ciudades como Madrid o Barcelona con fuertes flujos de tráfico, una buena solución es colocar ventanas con doble acristalamiento y con cámara de aire intermedia.
  • Si el ruido procede de la casa contigua, habrá que trasdosar (levantar por el interior de la vivienda un nuevo tabique) los tabiques medianeros entre pisos, por lo que es posible que haya que contar con la colaboración de los vecinos para que acondicionen sus casas.
  • Si es de arriba de donde proceden las ruidosas molestias, el techo es el punto clave. Normalmente los falsos techos son una buena solución.
  • Si los ruidos son de impacto (movimiento de muebles, unos tacones…) la única manera de acabar con ello es que los propietarios del piso superior coloquen una solera aislante.
  • Si el sonido viene del piso inferior, tendremos que aislar nuestro suelo.

 

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